EL DISEÑO GRÁFICO Y SU FUNCIÓN EN LA SOCIEDAD
Introducción
Toda opinión sobre la dimensión social del diseño gráfico siempre debe hacerse en una situación específica concreta y esta es una tarea muy difícil. Todos vivimos en una sociedad pero no en la misma.
En la actualidad, la producción de comunicaciones visuales consiste esencialmente en avisos publicitarios. Las producciones visuales de los avisos son enormemente sofisticadas y se articulan en relación con las redes gigantescas de medios masivos.
Existe una diferencia entre publicidad y el diseño gráfico. La publicidad en la actualidad se está volviendo cada vez más centralizada, internacional, generalizada y por ende, estandarizada, como las fuerzas económicas que la producen y los productos de los que se ocupa. El diseño gráfico, en cambio continua siendo creado y estructurado a sí mismo de una manera autónoma y diversificada, en directo contacto con los materiales sociales específicos de las diferentes sociedades alrededor del mundo.
Áreas del diseño
El diseñador gráfico podrá incorporarse en las siguientes áreas de trabajo:
- Proyectos de Diseño Gráfico, atendiendo problemas específicos de comunicación visual y audiovisual
- Diseño de señalización y organización de información visual.
- Diseño de portadas de libros, discos, calendarios, etc.
- Diseño de empaques de diferentes productos.
- Diseño y organización de campañas políticas, comerciales y de concientización.
- Diseño editorial, libros, agendas, revistas, folletos, Etc., diseño de carteles con
- diversos propósitos (sociales, políticos, promocionales, etc.)
- Diseño de imágenes corporativas; logotipos, emblemas, papelería, tarjetas, etc.
- Ilustración de medios impresos.
- Diseño y producción de audiovisuales, diseño y edición de videos y páginas web.
- Diseño asistido por computadora.
- Diseño de productos artesanales.
- Diseño y exposiciones, y organización visual de museos.
- Dibujo u organización de historietas.
- Asesoría de diseño dirigidas a empresas públicas y privadas
Función social del diseño gráfico
¿Qué es el diseño?
El diseño no es sólo adorno. La silla bien diseñada no sólo posee una apariencia exterior agradable, sino que se mantiene firme sobre el piso y da un confort adecuado a quien se siente en ella. Además, debe ser segura y bastante duradera, puede ser producida a un coste comparativamente económico, puede ser embalada y despachada en forma adecuada y, desde luego, debe cumplir una función específica, sea para trabajar, para descansar, para comer o para otras actividades humanas.
El diseño es un proceso de creación visual con un propósito. A diferencia de la pintura y de la escultura, que son la realización de las visiones personales y los sueños de un artista, el diseño cubre exigencias prácticas. Una unidad de diseño gráfico debe ser colocada frente a los ojos del público y transportar un mensaje prefijado. Un producto industrial debe cubrir las necesidades de un consumidor.
En pocas palabras, un buen diseño es la mejor expresión visual de la esencia de «algo», ya sea esto un mensaje o un producto. Para hacerlo fiel y eficazmente, el diseñador debe buscar la mejor forma posible para que ese «algo» sea conformado, fabricado, distribuido, usado y relacionado con su ambiente. Su creación no debe ser sólo estética sino también funcional, mientras refleja o guía el gusto de su época.
Diseño gráfico y cultura
El diseño, una visión global
Si bien el concepto de diseño, tal como lo conocemos en la actualidad, es relativamente reciente, su origen se retrotrae al comienzo de la humanidad, cumpliendo funciones similares a las de hoy. El camino de evolución del diseño se encuentra intrínsecamente vinculado con la misma evolución de los seres humanos, impulsados por su deseo de hacer un mundo más apto para la vida, más comunicativo y confortable.
El diseño comienza a cobrar una dimensión más amplia después de la Segunda Guerra Mundial, durante la cual fue visto por la industria como una necesidad. Fue entonces que las revoluciones industrial y técnica comenzaron a usar diseñadores, proyectando el diseño más allá de sus propios límites.
El diseñador comienza a reconocer entonces que es un profesional que maneja conceptos, códigos y estética, y que sus mensajes deberían ser estructurados, programados de una manera directa, clara, sin soluciones complicadas para poder ser fácilmente comprendido y absorbido por las audiencias a quienes se dirigen. Esto comienza a marcar la diferencia entre el arte y el diseño funcional.
Luego de ver que sus ideas podían ser transmitidas rápidamente o instantáneamente a cualquier parte del mundo, gracias a la gran variedad de medios electrónicos a disposición, el diseñador comienza a adquirir una visión, cada vez más global de su rol y de su planeta.
Los diseñadores, cualquiera sea su cultura o país de origen, tratan, de esta manera, de identificarse cada vez más con una colectividad profesional global, haciendo circular entre ellos una prolífica masa de información, produciendo un lenguaje que reemplaza sus propias lenguas. Ahora, haciendo un salto hacia el futuro, me arriesgaría a decir que los diseñadores de este futuro deben ser capaces de medir, equilibrar para estimular y componer conceptos de su mundo con una utilidad planetaria, hacía en el mundo un bien común, sin limitarse sólo a su país o sociedad. Deben ser capaces de inventar y descubrir soluciones más allá de las tendencias estereotipadas y trilladas. Los diseñadores serán personas con una visión adelantada, responsables del mundo en que viven.
Los métodos de enseñanza de Itten, centrados en la exaltación de los talentos individuales del estudiante y en sus capacidades potenciales, exigían que el estudiante aprendiera a relajarse, a respirar y a concentrarse como pasos esenciales a tomarse antes de proceder con el trabajo intensivo. A la fase psicofísica de la enseñanza le seguía la parte didáctica.
Itten discutía formas y colores y los presentaba en todos los contrastes polares posibles.
Luego procedía a los contenidos intelectuales: derecho/curvo, oscuro/claro, duro/suave, mientras hacía referencia al contraste de color y a las dimensiones espaciales. Presentando estos contrastes separadamente o en diferentes relaciones permitía a los sentidos capturarlos.
El método de Itten se refiere a los tres modos de considerar la forma y el color: en términos de calidad y cantidad; en términos de cómo son reconocidos por los sentidos y en términos de cómo son percibidos por el intelecto y las Dessau, por Walter Gropius, emociones. Otro componente de la didáctica de Itten incluía el estudio meticuloso del mundo natural y el análisis de las propiedades de los diferentes materiales, así como la representación de las formas existentes, incluyendo el análisis de los trabajos de los primeros artistas.
La tendencia hacia la representación disminuiría más adelante por la influencia del arte abstracto. “Para sumergirse profundamente en las experiencias y controlarlas,” decía Johannes Itten, “es necesario tocar, mirar y dibujar estas texturas hasta conocerlas totalmente, para representarlas afuera de su modelo natural, desde las propias experiencias interiores.” Su didáctica muestra claramente una tendencia mimética no orientada de la manera tradicional, sino en búsqueda del exhaustivo conocimiento de las propiedades de los materiales. Resulta posible entonces comprender que la orientación mística y expresionista de Johannes Itten tenía que desaparecer al enfrentar la tendencia ” constructivista que crecía en el Bauhaus. En 1922, el curso preliminar pasó a manos de Georg Muche y meses más tardes, Johannes Itten ” abandonó el Bauhaus. Fue sucedido por el artista Laszlo Moholy‐Nagy, que, como Josef Albers, era un artista convertido en profesor. Era ~ responsable del análisis de las formas existentes, así como de la matemática, las biotécnicas y el análisis de las nuevas formas y sus propiedades.
El aporte de materiales en sus clases fue su principal contribución. Josef Albers era responsable del análisis de los materiales, especialmente el papel. A través del plegado y la experimentación libre, el papel ofrecía infinitas posibilidades para las nuevas formas exentas de uso funcional. Los resultados fueron criticados por profesores y alumnos
El arte y el diseño gráfico
El artista gráfico, en el sentido más amplio del término, es sobre todo un “inventor de imágenes” que dibuja obedeciendo a sus propios impulsos interiores y trata de comunicarlos a través de un lenguaje informativo y gestual. Su vocabulario, extraído de las fuentes de un medio en constante evolución y revolución y almacenado en la memoria en los misterios del inconsciente, aparece erráticamente en respuesta a las necesidades externas y tomando las formas emocionales de su mundo imaginario.
Enfrentado a los numerosos problemas de la promoción comercial, se ve necesariamente sometido a un juego en que su propia sensibilidad tiene que permanecer a un lado la mayor parte del tiempo, en pos del motivo comercial por el cual ha sido contratado; los criterios de “, comunicación directa, rentabilidad y efectividad tomando en cuenta a un público muy diverso tendrán que ser prioridades, sin olvidar que la significadora imagen que proponga además de ser nueva deberá sorprender.
Las múltiples corrientes estéticas que caracterizan nuestro tiempo, las múltiples tendencias que coinciden o chocan entre sí en los campos del arte ‐ arquitectura, escultura, pintura, música, cine ‐ , este caudal de diversos valores crea un clima espiritual que condiciona en forma estricta a los creadores de las llamadas artes “aplicadas”. No es necesario demostrar esto: la influencia de Toulouse‐Lautrec y Fernand Léger, Georges Braque y Picasso, entre otros, en todas las formas de expresión (en especial, el afiche) sigue presenté en los medios en la actualidad.
Por el contrario, como en un “juego de espejos”, el uso de elementos publicitarios específicos sirve como soporte y pretexto para proclamar una expresión pictórica reinventada (Warhol, Rotella, Schwitters, Wesselmann y otros). Ya en 1916‐17, Marcel Duchamp produjo la cartelera “Apolinere Enameled” con la intención de una relación ambigua entre objeto y sujeto.
Por consiguiente, el hecho de que el arte libre ejerce incontables influencias e interferencias en la producción total de los artistas especializados en la gráfica resulta innegable. ¿Quién cuestionaría esto?
Personalmente, no puedo dejar de reconocer todo el interés que pudo darme este inmenso capital. Primero como estudiante dedicado y apasionado, luego como novato y finalmente como profesional en contacto con realidades desconcertantes; arte y comercio formando una dupla en perpetuo estado de divorcio que siempre me esmero por reconciliar con variables grados de logro. Mi trabajo gráfico, por lo menos, dará fe de mi esperanza y obstinación en llegar a este cometido.
Estos trabajos comerciales proveen una comunicación bien definida; si existe un “mensaje” es principalmente el del cliente o la organización que encarga la figura, la “señalización” de sus argumentos de venta, el prestigio o la simple información. Pero la importancia de su circulación, la proliferación de espacios publicitarios y su impacto en el público les otorga un valor como ejemplos que necesariamente debo asumir; una responsabilidad que se encuentra precisamente en el punto convergente en que la necesidad de expresión puramente personal se superpone con las restricciones externas.
Comentarios sobre el arte y la gráfica
Tendemos a suponer que las personas que entran en la vida de las artes deben poseer sensibilidad creativa. Queda claro, entonces, que el arte contemporáneo ejerce una influencia directa en tales personas tan pronto como se ocupan de la adaptación pictórica de una idea. He llegado a esta comprensión de las cosas al cabo de treinta años de actividad en el campo del arte aplicado.
Habiendo actuado también en el diseño gráfico, que es otra de las artes aplicadas, siempre mantuve a la vista el aspecto práctico, ya que éste es un componente de toda forma de publicidad. Siempre me ha preocupado la “filosofía” de un mensaje que debe ser comunicado de manera general.
Si nos atenemos a la definición de Hegel de la filosofía como “la contemplación intelectual del auto despliegue de la razón,” mi actitud como artista gráfico primero ha sido analítica, luego lógica y finalmente crítica, especulativa y estética. Mi punto de partida es un sistema, dentro del cual vislumbro una verdad y luego la represento pictóricamente; ya que en el análisis final, a toda serie de pensamientos comerciales corresponde su propia justificación y una adecuada expresión pictórica.
La libertad total en la creación artística me parece la base de todo arte contemporáneo: pero la libertad es un concepto que muy frecuentemente no coincide con los requerimientos prácticos de la publicidad y comercialización actuales. La gráfica aplicada, por otro lado, es un servicio, y sería pretencioso creer que a través del arte comercial pueda hacerse consciente a un público más amplio de la problemática del arte libre.
Esto lleva a suponer que la expresión de la libertad, que subyace detrás de toda genuina obra de arte, urge de la reflexión sobre el hombre y su entorno. Si se me permite expresarlo en términos.
La antropología procede de la percepción del hombre como ser biológico, pero al mismo tiempo, aprehende el lado psíquico de su naturaleza, que está íntimamente relacionado con su entorno sociocultural. Resumiendo: sólo el artista realmente dotado y que posee esta visión “antropológica” puede influenciar a un público más amplio sobre el mensaje publicitario y más allá de éste, ateniéndose a la sustancia de su personal sistema de valores. Es esto, en el análisis final, lo que constituye el arte genuino.
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